Plazas y jardines de la capital mexiquense se convierten en ceniceros gigantes de habitantes de la ciudad.
Ante la nula existencia de contenedores para colillas de cigarro y de botes de basura, ciudadanos optan por botar los residuos de sus productos de tabaco en la calle, afectando la imagen urbana de la ciudad de Toluca.
En promedio las colillas de cigarrillo representan el 30 por ciento de la basura recogida de calles, plazas y andadores.