Diversos estudios demuestran que las altas temperaturas causan un cambio en la conducta de las personas. El calor suele causar irritabilidad, desesperación, ansiedad, angustia y mal humor los cuales son comportamientos negativos que desembocan en la frustración. La frustración extrema puede llevar a la agresión y a la conducta violenta que afecta las relaciones interpersonales ya que no se está en una zona de confort. Existen otras condiciones que afectan también ya que no son las óptimas durante la temporada de calor, estas son el ruido, tráfico, problemas personales y sumadas con él calor aumentan la irritabilidad y las posibilidades de violencia.