En su último día de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó un decreto en el Diario Oficial de la Federación que establece plazos específicos para la consolidación del Tren Maya, considerado el proyecto más importante de su administración en términos de infraestructura, desarrollo socioeconómico y turismo
El decreto instruye a diversas dependencias y entidades del gobierno a realizar acciones en un plazo de tres meses para completar la integración de los expedientes administrativos relacionados con el Tren Maya y sus obras asociadas. Entre las acciones requeridas se incluyen la adquisición y expropiación de inmuebles, así como la obtención de autorizaciones y permisos en áreas como medio ambiente, construcción en zonas federales, arqueología y uso de suelo. Además, se contempla la gestión necesaria para formalizar los actos jurídicos que permitan la operación total de los siete tramos que componen el tren, con un plazo máximo de seis meses a partir de la publicación del decreto.
El Tren Maya no solo busca mejorar la infraestructura del sureste mexicano, sino que también tiene como objetivo fomentar un modelo de turismo sostenible que beneficie a las comunidades locales. Se prevé que el tren genere una derrama económica significativa al aumentar el flujo turístico hacia destinos como Cancún, Tulum y Chichén Itzá. Este incremento en el turismo podría traducirse en más empleos y oportunidades económicas para los habitantes de la región.
Este proyecto ferroviario se extiende por 1,525 kilómetros a través de los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, conectando las principales ciudades y sitios turísticos de la Península de Yucatán
Además, el proyecto incluye medidas para mitigar su impacto ambiental. Se están considerando corredores ecológicos y otras estrategias para proteger el entorno natural mientras se impulsa el desarrollo económico. La inversión estimada para esta infraestructura oscila entre 120 y 150 mil millones de pesos, lo que refleja la magnitud del proyecto.
El decreto también aborda contingencias como casos fortuitos o fuerza mayor, indicando que los involucrados deben utilizar sus facultades legales para evitar la suspensión de los procedimientos relacionados con el Tren Maya.
En caso de que sea materialmente imposible continuar con las obras, se debe buscar reanudarlas lo más pronto posible
El Tren Maya ha sido objeto de críticas debido a su impacto ambiental, acusado de contribuir al ecocidio en la región sureste de México. Según datos del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), se talaron 7 millones 300 mil árboles, esta cifra equivale a talar 146 veces los árboles del bosque de Chapultepec.