Washington, 3 sep (EFE).- El expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) entró con fuerza este sábado en la campaña electoral para las legislativas arremetiendo contra su sucesor, Joe Biden, y dejando claro que no conseguirán silenciarlo y que el verdadero enemigo para Estados Unidos es el mandatario demócrata.
"El enemigo del Estado es él y el grupo que lo controla", dijo en un mitin en Pensilvania, estado al que acudió para apoyar la candidatura de Mehmet Oz al Senado en los comicios del 8 de noviembre y la de Doug Mastriano a gobernador y donde subrayó que los republicanos volverán a "hacer Estados Unidos grande de nuevo".
Su baño de masas tuvo lugar en el pabellón de Wilkes-Barre y estuvo centrado tanto en responder al actual inquilino de la Casa Blanca, que el jueves lo consideró un peligro para la democracia, como en defender al movimiento "MAGA", acrónimo de "Make America Great Again", que fue su eslogan de campaña y de su presidencia.
"El peligro para la democracia viene de la izquierda radical, no de la derecha", señaló Trump, que estimó que las elecciones de medio mandato serán un referendo sobre la "inflación disparada", los "millones y millones de inmigrantes" que entran de forma ilegal en el país o la "corrupción y el extremismo de Joe Biden y el Partido Demócrata".
"Los demócratas están inmensos en un intento desesperado por evitar que vuelva a la Casa Blanca, donde saben que limpiaré este desastre de nuevo. Quieren impedir que completemos nuestra misión de recuperar los valores estadounidenses", recalcó.
Trump subrayó que esa batalla en su contra no podrá con él: "Volveremos a hacer que Estados Unidos sea grande de nuevo. Nunca les daré la espalda y ustedes nunca me la darán porque amamos nuestro país y salvaremos nuestra nación de la gente que está intentando destruirla".
En 2022 y en las presidenciales de 2024, añadió, los republicanos deben "devolverle el poder a la gente", porque de lo contrario, en su opinión, el país "será destruido".
La comparecencia de este sábado fue su primer mitin desde que su mansión de Mar-a-Lago (Florida) fue registrada el 8 de agosto por el FBI en busca de documentos clasificados que se llevó de la Casa Blanca al abandonar el poder y Trump había avanzado que iba a ser "épico".
Hasta ahora se había expresado públicamente sobre todo a través de su propia red social, Truth Social, con continuos mensajes donde hoy mismo denunció por ejemplo que el FBI "es totalmente corrupto", que "espió" su campaña presidencial o que "robó indiscriminadamente" todo lo que vio a mano en el "allanamiento" de su casa.
El inventario completo de lo requisado, difundido este viernes, apunta que entre otras cosas los policías hallaron seis documentos oficiales catalogados como "alto secreto" y unas 90 carpetas vacías con etiquetas de "clasificado" o indicando que se debían devolver.
"No solo allanaron mi casa, sino también las esperanzas y sueños de cada ciudadano por el que he luchado", sostuvo el expresidente, que denunció que fue registrada incluso la habitación de su hijo pequeño, Barron Trump, de 16 años.
Los demócratas, insistió, están intentado silenciarlos. "Están intentando silenciarme a mí y, lo más importante, están intentando silenciarlos a ustedes, pero no seremos silenciados", añadió en Pensilvania, un estado clave en todas las elecciones, donde Biden ganó en las presidenciales de 2020 y Trump en las de 2016.
La importancia de ese estado hace que no sorprenda que a dos meses de los comicios de medio mandato haya sido escenario de distintos actos públicos de ambos políticos, con Trump este sábado y Biden tanto el pasado jueves como este próximo lunes. EFE
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