Científicos de la NASA descubrieron una corriente en chorro en Júpiter, considerado más fuerte que un huracán de categoría 5, que se mueve a una velocidad de 515 kilómetros por hora.
A través de un comunicado, la NASA informó que un grupo internacional de astrónomos reveló una característica, que hasta el momento había permanecido oculta en las profundidades de la turbulenta atmósfera de Júpiter, lo cual fue expuesto en un artículo publicado en la revista Nature Astronomy, en donde se confirmó la presencia de una corriente en chorro de alta velocidad que mide 4.800 kilómetros de ancho.
Este estrecho flujo de viento se localiza cerca del ecuador de Júpiter, a unos 40 kilómetros por encima de las nubes, dentro de la estratosfera inferior del planeta, descubrimiento que se logró tras analizar los datos obtenidos en julio del año pasado por la cámara de infrarrojo cercano (NIRCam), instalada en el telescopio espacial James Webb.
De acuerdo al investigador de la Universidad de España, Ricardo Hueso, quien se dijo "totalmente sorprendido", destacó que el James Webb permite observar con nitidez las características de la atmósfera gigante gaseosa que antes no se podían ver, así como su "rápida rotación".
ESPECIFICACIONES TÉCNICAS
Según el oficio, este flujo se mueve sobre el ecuador del planeta a una velocidad de 515 kilómetros por hora, el doble de los vientos sostenidos que presenta un huracán de categoría 5; sin embargo, no se pudo determinar los cambios en la velocidad de los vientos a cierta altitud.
Por último, los especialistas precisaron que esta información podría ayudar a validar teorías referentes al patrón estratosférico del planeta más grande del sistema solar.
EL DATO...
Júpiter es conocido por poseer los rasgos distintivos atmosféricos más impresionantes del sistema solar, siendo su Gran Mancha Roja el más icónico. Según documentación, esta enorme área de tormentas de larga duración es lo suficientemente grande como para envolver nuestro planeta.
Júpiter se diferencia considerablemente de la Tierra, puesto que uno es un gigante gaseoso, mientras que el otro es un mundo rocoso y templado. Sin embargo, ambos objetos astronómicos presentan atmósferas estratificadas, es decir, formadas por diversas capas con composiciones diferentes.