Desde que estallaron los enfrentamientos entre Israel y el grupo chií Hizbulá en Líbano el 8 de octubre de 2023, los ataques israelíes han causado la muerte de al menos 2,634 personas y han dejado 12,252 heridos, informó el Ministerio de Salud Pública libanés. En las últimas 24 horas, los bombardeos cobraron 41 vidas y dejaron a 133 personas heridas.
La Presidencia del Consejo de Ministros libanés detalló que tan solo en un día se registraron 125 ataques, concentrados en las provincias del sur y en el distrito de Nabatiye. Con esto, el número total de ataques asciende a 11,085 desde que Israel intensificó su campaña de bombardeos el 23 de septiembre, afectando también áreas del sur y este del Líbano, así como el sector Dahye en los suburbios de Beirut.
Esta violencia ha desencadenado una grave crisis humanitaria en el país, obligando a 1.2 millones de personas a abandonar sus hogares. Algunas han salido del país, mientras otras buscan refugio en casas de familiares en zonas más seguras. Según cifras del gobierno, cerca de 190,975 personas han recurrido a los 1,097 albergues habilitados por las autoridades libanesas, los cuales están al límite de su capacidad.
Además, más de 500,000 personas han cruzado a Siria para escapar del conflicto. Organizaciones de derechos humanos han denunciado que los desplazados en los albergues libaneses carecen de servicios básicos esenciales, lo que agrava aún más la situación.
Por otro lado, la guerra ha golpeado con dureza al sector sanitario. Hasta el momento, al menos 163 trabajadores de la salud han perdido la vida en estos ataques, y 55 hospitales han sufrido daños importantes, dificultando aún más la atención médica en un momento crítico para la población libanesa.
La comunidad internacional observa con preocupación la situación en Líbano, en medio de llamados para que se reduzcan las tensiones en la región y se atienda la crisis humanitaria que afecta a millones de personas.