En el interior de un centro de detención de migrantes en Estados Unidos se desató un brote de Covid-19, situación que calificaron de "calamitosa".
El gobernador de Virginia y dos senadores piden al presidente Donald Trump que ayude a controlar la situación.
La autoridad de inmigración y aduanas ICE informó que mantienen bajo vigilancia a 262 inmigrantes indocumentados en el Centro de Detención de Farmville, que es privado, desde que dieron positivo al virus.
Defensores de los derechos humanos advierten que el centro es un "polvorín" de contagios. El gobernador Ralph Northam y los senadores Tim Kaine y Mark Warner, todos demócratas, piden al presidente que envíe a funcionarios de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) para contener el brote.
El brote representa "un riesgo evidente para los individuos dentro de las instalaciones, ya que los dormitorios están llenos de personas, pero también para la población en general ya que el personal y los detenidos liberados tienen interacción con el público", escribieron Kaine y Warner en un comunicado.
De acuerdo con el Departamento de Salud de Virginia, siete detenidos que padecían el virus fueron hospitalizados, y todos menos uno regresaron al centro.