La participación ciudadana en Torreón ha denunciado una preocupante falta de representación en el cabildo municipal. A pesar de ser el órgano encargado de legislar y vigilar al ejecutivo, las decisiones del cabildo parecen estar alineadas con los intereses del alcalde en turno, dejando de lado las verdaderas necesidades de la población.
Un reciente análisis de las sesiones de cabildo revela una preocupante tendencia. Mientras que temas como hacienda y tesorería acaparan la atención de los ediles, asuntos fundamentales para la calidad de vida de los torreonenses, como el suministro de agua, los baches y la movilidad urbana, reciben una atención marginal.
Patricia Tobías, presidenta de Participación Ciudadana 29 Laguna, señala que "cada semestre va apareciendo peor" la situación del cabildo, que parece estar más interesado en cuestiones administrativas que en los problemas que afectan a la ciudadanía.
"También en la percepción ciudadana hay temas más importantes como el agua, el acceso al agua potable, los servicios públicos, pero por mucho, de lo que más se habla es hacienda y tesorería", coincide Aldo Valdés de la Fundación Allegro.
El alto costo de mantener un cabildo que, según los datos, funciona más como un órgano de ratificación que de deliberación, es otro punto a considerar. El erario municipal destina más de un millón de pesos mensuales para sostener a los regidores y sus asistentes, quienes, en su mayoría, aprueban las propuestas del alcalde de manera unánime.
Esta falta de oposición y la evidente desatención de las necesidades ciudadanas plantean serias dudas sobre la representatividad del cabildo de Torreón y la calidad de la democracia municipal. Es necesario que los ciudadanos exijan a sus representantes un mayor compromiso con sus intereses y que se promuevan mecanismos que garanticen una verdadera participación ciudadana en la toma de decisiones.