Rusia expresó hoy su decepción por el rechazo de su proyecto de resolución en apoyo al Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF) en la Asamblea General de las Naciones Unidas y advirtió que el colapso de ese acuerdo podría llevar a una carrera armamentista.
"Se ha dado un nuevo golpe a la arquitectura de seguridad y estabilidad internacional. Ahora, con el colapso del tratado INF, varias regiones podían verse envueltas en una carrera armamentista o incluso en una confrontación directa entre varias regiones", advirtió el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores.
"Los resultados de la votación en la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el proyecto de resolución en apoyo del tratado INF propuesto por Rusia con la coautoría de 10 países, no pueden sino causar decepción", manifestó la cancillería en un comunicado divulgado por la agencia de noticias Sputnik.
Explicó que "solo faltaron unos pocos votos" para lograr la mayoría aritmética a favor de mantener la viabilidad de este acuerdo "a través del diálogo sustantivo y constructivo de las partes, teniendo en cuenta las preocupaciones mutuas existentes".
El 14 de diciembre pasado, Rusia presentó el proyecto de resolución en la Asamblea General de las Naciones Unidas, llamado a la preservación y cumplimiento del tratado INF, que prohíbe misiles balísticos y de crucero lanzados desde tierra con un alcance de 500 a cinco mil 500 kilómetros.
Sin embargo, ayer viernes, la Asamblea General votó en contra de ese proyecto, es decir tuvo 43 votos a favor, 46 en contra y 78 abstenciones.
El pasado 20 de octubre, el presidente estadunidense, Donald Trump, anunció que su país abandonará el tratado INF, alegando que Rusia lo viola.
Firmado en 1987 por los entonces presidentes Ronald Reagan y Mijail Gorbachov, el Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio fue el primer acuerdo de reducción nuclear soviético-estadunidense que obligaba a ambas naciones a eliminar sus misiles balísticos y de crucero nuclear o convencional.
El tratado, que prohíbe la fabricación y uso de misiles balísticos terrestres o misiles de crucero con un radio de acción entre los 500 y cinco mil 500 kilómetros de alcance, había puesto fin a la crisis desatada en la década de 1980 por el despliegue de los SS-20 soviéticos con ojivas nucleares, que apuntaban a Occidente.