Debido a la intensa actividad volcánica en el Popocatépetl, la preocupación aumenta en habitantes de la zona del Valle de México, pues la ceniza que expide puede ser perjudicial para la salud.
La ceniza volcánica transporta multitud de partículas y gases peligrosos como el dióxido de carbono, sulfatos, ácido clorhídrico, ácido fluorhídrico y cada uno de estos tiene efectos diferentes, pero todos graves para la salud humana.
De acuerdo con Miguel Ángel Karam Calderón, epidemiólogo de la Universidad Autónoma del Estado de México, el inhalar las cenizas volcánicas puede provocar problemas respiratorios, oculares y de irritación de piel.
Los síntomas respiratorios a corto plazo puede presentar problemas como la rinorrea, dolor de garganta, bronquitis, y abrasiones en córnea.
Un efecto a largo plazo es el daño pulmonar debido a la exposición de partículas como el dióxido de carbono.