Al son marcado por Raheem Sterling, autor de dos tantos y una asistencia que culminó el senegalés Nicolas Jackson, el Chelsea volvió a sonreír y sumó su primer triunfo en la presente campaña a costa del recién ascendido Luton Town que apenas inquietó al conjunto de Mauricio Pochettino.
El equipo de Rob Edwards aún asimila el cambio de categoría. Mientras, es un rival ideal para cualquier rival necesitado. Fue el caso del Chelsea. Pocos con más urgencias que los blues. Por la temporada pasada y por el mal arranque de la actual con un empate ante el Liverpool y una dolorosa derrota frente al West Ham.
En ello, Sterling se manejó a su antojo. El Luton, que en su debut en la Premier fue goleado por el Brighton (4-1), no encontró la manera de frenar al rápido futbolista local que ya advirtió a los siete minutos, con un disparo desde media distancia que solventó el meta Thomas Kaminski.
Más tino tuvo diez después, en el 17, cuando recibió un balón de Malo Gusto en la derecha y ejecutó una brillante acción individual. sorteó a cada defensa, se introdujo en el área y marcó.
Estaba cómodo el Chelsea ante un rival inocente que apenas le hacía sufrir. No respondió a los contratiempos. Nicolas Jackson pudo hacer el segundo, con un tiro desde fuera del área al inicio de la segunda parte. No sorprendió al meta visitante.
Tuvo su oportunidad el Luton a la hora de juego. Fue la primera y la única hasta ese momento, en las botas de Ryan Giles que obligó al español Robert Sánchez a realizar una estupenda parada, una demostración de reflejos.
El choque se desató del todo en el tramo final. Marcó el segundo Sterling que empujó a la red, en el centro del área, un pase por la derecha de Moisés Caicedo.
Y cinco más tarde, en el 74, llegó el tercero, la sentencia. Un centro de Sterling lleno de intención al que llegó Nicolas Jackson, que dejó en evidencia a los centrales, para superar por tercera vez a Kaminski.
El partido se rompió por los cambios y porque ambos asumieron la situación. El Luton intentó maquillar su nueva derrota mientras Pochettino, sosegado por la victoria, empezó a oxigenar a su gente de campo y a dar minutos al banquillo. EFE