La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha convocado a una movilización nacional y un paro de 24 horas programado para el miércoles 30 de octubre
El motivo de esta movilización es exigir la abrogación de la reforma educativa-laboral de 2013, implementada durante el gobierno de Enrique Peña Nieto. Aunque esta reforma fue parcialmente modificada en 2019 bajo la administración de Andrés Manuel López Obrador, los líderes de la CNTE consideran que aún persisten elementos perjudiciales que afectan los derechos laborales de los docentes.
Los dirigentes de las secciones 7, 9, 18 y 22, que representan a maestros de Chiapas, Ciudad de México, Michoacán y Oaxaca, se manifestarán frente a la Secretaría de Educación Pública (SEP). En su pronunciamiento, demandan la eliminación del régimen de excepción laboral establecido en el artículo 3° constitucional y en la ley del ISSSTE de 2007. Asimismo, critican la Ley del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (SICAMM) y su unidad administrativa, el USICAMM, señalando que estas regulaciones contradicen los principios laborales al definir procesos de ingreso, promoción y reconocimiento.
En un boletín informativo emitido por la CNTE, se reafirma el compromiso del sindicato con la defensa de la educación pública y los derechos laborales
La CNTE también ha expresado su rechazo hacia cualquier actor que perciban como un aliado del Estado que no actúe en favor del magisterio. La movilización comenzará a las 10:00 horas en el Ángel de la Independencia y avanzará hacia Palacio Nacional, donde esperan ser atendidos en una mesa de diálogo con la presidenta Claudia Sheinbaum.
Entre las demandas adicionales que los maestros plantean se incluye un aumento salarial del 100% al sueldo base y una mejora integral en las condiciones laborales. La CNTE considera que estas demandas son esenciales para lograr una "justicia social y laboral", lo cual es visto como fundamental para el bienestar del gremio educativo.
La CNTE ha organizado esta movilización como parte de su estrategia para presionar al gobierno en busca de soluciones a las necesidades históricas del magisterio mexicano
La reforma educativa-laboral de 2013 en México marcó un hito en la estructura del sistema educativo y laboral del país. Esta reforma buscó modernizar el sector educativo, introduciendo cambios en la evaluación docente, la creación de un servicio profesional de carrera y la autonomía de las escuelas. En el ámbito laboral, se implementaron medidas para flexibilizar el mercado de trabajo, facilitando la contratación y despido de empleados, así como promoviendo la formalización del empleo.
El régimen de excepción laboral del artículo 3° de la Constitución Política de México se refiere a la posibilidad de establecer condiciones especiales en el ámbito laboral que pueden variar en función de situaciones específicas, como emergencias o necesidades particulares del mercado. Este régimen busca garantizar derechos fundamentales, como el acceso al trabajo y la no discriminación, pero también permite flexibilizar ciertas normas laborales en contextos excepcionales.
Por su parte, la Ley del ISSSTE, promulgada en 2007, transformó radicalmente el sistema de seguridad social para los trabajadores del Estado. Esta ley sustituyó un régimen de pensiones basado en beneficios definidos por uno de aportaciones definidas, lo que implicó una mayor dependencia del sector privado para la administración de fondos de pensiones. La reforma fue presentada como una solución a problemas financieros del ISSSTE, pero críticos señalaron que generaba inseguridad social al desmantelar prestaciones previamente garantizadas y al favorecer a administradoras privadas en detrimento de los derechos de los trabajadores.