La ola de calor que se registra en el Estado de México obliga a instrumentar medidas de contención en el sector económico para evitar enfermedades gastrointestinales y respiratorias, así como deshidratación y otros impactos en la salud humana, además de replantear las políticas ambientales, advirtió la presidenta del Consejo Coordinador Empresarial de la entidad (CCEM), Laura González Hernández.
La dirigente empresarial detalló que entre dichas medidas estarían el ajustar horarios, pero con base en las necesidades de cada actividad económica. Adicionalmente se incrementa ya el abastecimiento de agua y garantiza la ventilación de áreas de trabajo, sobre todo cuando existe una alta concentración de personal.
En caso de almacenar alimentos debe asegurarse el uso de refrigerantes y mantener un monitoreo permanente del personal para brindar atención médica en caso de requerirse.
La presidenta del CCEM agregó que mantienen una comunicación permanente con instituciones de salud y sindicatos para alertar de cualquier incremento en enfermedades respiratorias y gastrointestinales. Esta últimas, dijo, han registrado un incremento del 5 por ciento en las últimas semanas.
González Hernández recordó que las temperaturas registradas, no sólo en el Estado de México, sino en todo el país, derivan de los llamados domos de calor, donde una masa de aire caliente se acumula sin posibilidades de disiparse rápidamente debido a la alta presión atmosférica que se registra en una región. Este fenómeno está asociado al cambio climático.
Ante tal realidad, señaló que como medidas a mediano y largo plazo deben reforzarse acciones ambientales, no sólo para reducir la emisión de contaminantes, sino para crear más corredores verdes o arbolados en las ciudades para enfrentar el incremento de temperaturas.
Apuntó que ello implica replantear la estrategia ambiental para garantizar la sustentabilidad de las ciudades.
¿Qué ramas son las más afectadas?
La representante del empresariado mexiquense indicó que los empleados en actividades industriales, de construcción, comercio y transporte han registrado un impacto en su productividad debido a las temperaturas que han llegado hasta los 30 grados centígrados.
Aunque no se tiene una cifra consolidada, refirió, les han llegado reportes de impacto en la productividad laboral de dichas actividades económicas.
González Hernández comentó que la infraestructura de las zonas industriales, locales, oficinas comerciales y bodegas de almacenamiento no está diseñada para enfrentar las altas temperaturas.
Detalló que los más afectados son los trabajadores enfocados a las tareas de transporte, logística y construcción, pues ya se han reportado casos de deshidratación y desvanecimiento por malestar de golpe de calor de empleados en tareas de descarga en plantas y aduanas.
A ello se suma que si durante los traslados se encuentran con bloqueos carreteros, como ha ocurrido en los últimos días, el personal se expone al consumo de alimentos en mal estado.