En una entrevista con Luis Amatón, el periodista Francisco Rodríguez, del Grupo Vanguardia, abordó un tema polémico: el elevado gasto público en conciertos y eventos masivos en Torreón, Coahuila. A lo largo de la conversación, Rodríguez compartió detalles de una investigación realizada por el portal "Cactus Check", donde se evidenció que el ayuntamiento de Torreón ha gastado al menos 44.3 millones de pesos desde 2014 en la contratación de artistas para eventos públicos, con algunos gastos significativamente mayores a los presupuestos de otras áreas municipales como ecología y urbanismo.
Rodríguez destacó casos específicos, como el concierto de Los Tigres del Norte en 2022, que costó 16.8 millones de pesos, y el de Carlos Rivera en el Día de las Madres, con un costo de 15.7 millones de pesos. Además, enfatizó la falta de transparencia en los gastos por parte de las autoridades municipales, señalando que hay eventos cuyos costos no han sido claramente divulgados, como el concierto de la Banda MS o el próximo evento con Julio Preciado y Los Dos Carnales.
La conversación también abordó el contraste con otros municipios cercanos como Gómez Palacio, Lerdo, y Matamoros, donde los gastos en eventos son menores o se opta por contratar talentos locales. Francisco Rodríguez puso en el centro del debate la cuestión de la pertinencia de estos gastos, especialmente en una ciudad con múltiples necesidades no resueltas. ¿Es adecuado invertir tanto dinero en entretenimiento cuando otros sectores esenciales reciben menos presupuesto?
El periodista también señaló que, a pesar de la inversión en eventos gratuitos con talento local, como "La Calle es de Todos", la respuesta del público no siempre es positiva. Según Rodríguez, parece que solo los nombres de artistas de fama nacional o internacional logran atraer grandes audiencias, lo que podría estar incentivando a las autoridades locales a continuar esta tendencia de altos gastos.
Finalmente, ambos coincidieron en que, más allá de la democratización de la cultura y el entretenimiento, estos gastos parecen formar parte de una competencia entre municipios para atraer artistas de renombre, muchas veces con fondos públicos que podrían destinarse a otras áreas prioritarias.