La Cámara de Diputados de Argentina aprobó hoy la legalización del aborto en una jornada histórica que estuvo plagada por la incertidumbre y que significó un triunfo para el movimiento feminista del país sudamericano.
Después de más de 23 horas de debate, la ley que permite la interrupción voluntaria del embarazo sin restricciones hasta la semana 14 de gestación fue avalada con 129 votos a favor, 126 en contra y una abstención.
La decisión provocó la euforia de miles de mujeres que exigían la despenalización y realizaron una vigilia, y esperaron con paciencia durante toda la noche afuera del Congreso bajo seis grados centígrados de temperatura.
El proyecto pasará ahora al Senado para su ratificación o rechazo, pero si finalmente lo aprueba, Argentina se convertirá en el tercer país de América Latina en legalizar el aborto a nivel nacional después de Cuba y Uruguay.
El debate que inició la víspera a las 11:25 horas locales (14:22 GMT) y terminó este jueves pasadas las 10:00 horas (13:00 GMT) se mantuvo en tensión todo el tiempo porque el apoyo y el rechazo a la iniciativa siempre estuvieron parejos y la definición quedó hasta último momento en manos de un puñado de indecisos.
Los diputados que apoyaron la legalización del aborto coincidieron en señalar que es un problema de salud pública y de derechos de las mujeres, no de moral ni de creencias religiosas.
Los argumentos más llamativos fueron los de los opositores al proyecto, como el diputado Nicolás Massot, quien advirtió que ni siquiera durante la última dictadura (1976-1983) se atrevieron "a tanto" como despenalización la interrupción del embarazo.
En las redes sociales le recordaron al legislador oficialista, quien tiene familiares acusados de delitos de lesa humanidad, que los represores cometieron crímenes como robarse a bebés nacidos en cautiverio en cárceles clandestinas para entregarlos en adopciones ilegales.
La diputada peronista Ivana Bianchi advirtió que la ley impulsará "el tráfico de cerebros e hígados de fetos" ya que en Estados Unidos, Reino Unido y Francia "se pueden pagar hasta 100 dólares" por cada uno.
Por su parte, la diputada Estela Mercedes Regidor comparó a las mujeres con animales al afirmar que "seguro que muchos de ustedes tienen mascotas ¿Qué pasa cuando una perrita queda embarazada?, no la llevamos al veterinario a que aborte, enseguida salimos a buscar a quién regalarle los perritos".
El diputado oficialista Alfredo Olmedo advirtió que no va a permitir que el préstamo de 50 mil millones de dólares del Fondo Monetario Internacional a Argentina se use "para pagar los abortos", propuso crear un cementerio de fetos y le pido al presidente Mauricio Macri vetar la ley si finalmente es aprobada.
Al igual que muchos legisladores, la diputada Graciela Navarro rechazó la legalización con motivos religiosos al considerar que "hemos prometido respetar la Constitución o que Dios y la Patria no los demanden. Dios nos da la vida y nosotros no somos quién para quitarla".
El diputado Luis Contigiani, quien protagonizó un escándalo porque anticipó su voto en contra del aborto legal a pesar de representar al Partido Socialista que siempre promovió esta iniciativa, defendió casi llorando su decisión.
"No hay ninguna causa para eliminar una vida, me rebelo frente a eso, no hay un acto más revolucionario que defender la vida, a los que me quieran linchar en las redes sociales, que me linchen", retó.
El diputado José Fernando Orellana calificó el aborto como "un asesinato", mientras que la diputada Sandra Castro comparó con el nazismo al movimiento feminista que impulsa la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo.
"El clima de muchas épocas fue el totalitarismo, el clima de muchas dirimió quién debía vivir y quién debía morir en campos de concentración", advirtió.
El diputado Martín Medina se quejó porque "nadie nos quiso contar cómo se va a pagar esto. ¿Y qué vamos a hacer si comienzan los tours abortivos?", mientras que la diputada Mayda Cresto aseguró que ninguna mujer se arrepiente de ser madre.
La diputada Elisa Carrió, en tanto, dijo que si se aprobaba la iniciativa con el argumento de que "la mujer es dueña de su cuerpo" se iba a habilitar la venta de órganos.