Por: Leonardo Ferrera
Jesús Castro, presidente del Comité Pro desarrollo Cuenca Papaloapan, denuncia, "tenemos un problema grave con Petróleos Mexicanos puesto que el Pozo Itache de Tierra Blanca hizo 80 pozos más y están perforándolos y están afectando el manto freático más importante que tenemos en el golfo de México".
Bajo nuestros pies se oculta un peligro: La contaminación del suelo.
Esta afectación atraviesa todas las fronteras. Amenaza los alimentos que comemos, el agua que bebemos y el aire que respiramos.
"Ellos quieren explorar o hacer exploraciones en 15 municipios del Papaloapan y por lo tanto va a afectar a más de 500 mil habitantes", indica Castro.
La excesiva explotación de carbón, petróleo, gas natural, plaguicidas y desechos químicos, generan altos índices de contaminación en el aire, suelo y agua.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), desde 2014 a la fecha la emisión de contaminantes de origen industrial creció 74% en México.
La OMS advierte el riesgo del uso de sustancias químicas por su capacidad de permanecer en el agua y suelo durante años; y resultar tóxicos al ser humano.
Es la denuncia de una víctima, enfermo, con problemas renales, "ya lo toman como normal, ya llega alguien con insuficiencia renal y ya es algo normal".
Tierra Blanca es el municipio más afectado de Veracruz por ríos contaminados y la población con más enfermos renales en México.
El Comité 'Pro desarrollo de la Cuenca del Papaloapan' ha contabilizado más de mil 500 defunciones por insuficiencia renal en Tierra Blanca, los últimos 20 años.
A pesar de que autoridades sanitarias municipales, estatales y federales han hecho estudios sobre la calidad del agua y suelo, han guardado silencio.
Dra. Lilia Albert, de la Asociación Mexicana de Toxicología, advierte, "es que la información oficial sobre estas enfermedades no sé si no existen o no hay forma de acceder a ellas, pero lo que es cierto es que no se encuentran".
Chuy, de 15 años, comenzó a sentirse débil, con dificultades para respirar, calambres nocturnos, falta de apetito, náusea y vómito. Le diagnosticaron insuficiencia renal crónica. Ha dejado de asistir a la escuela.
Como otro de sus familiares, Chuy se sumó a la lista de pacientes en espera de recibir atención médica.
¿Has dejado de hacer algunas cosas?- Sí, ahorita ya no salgo a la calle, ya no juego futbol, todo eso me gustaba y ya no", comparte Chuy.
La contaminación del suelo amenaza la salud humana, el medio ambiente y la producción alimentaria.
Los muertos y enfermos parecen no preocupar a las autoridades.