Cuba batió este sábado por segunda jornada consecutiva su récord de casos diarios de covid-19, con 365 (44 importados), en medio de una tercera ola de contagios que ha obligado a las autoridades a decretar un retroceso de la desescalada en parte del país, incluida La Habana.
Desde que el pasado 1 de enero se redujo al mínimo la llegada de vuelos desde seis países, entre ellos Estados Unidos y México, ha caído notablemente la detección de casos importados, pero la cifra de contagios autóctonos sigue aumentando y ha marcado tres récords en lo que va de mes.
Las autoridades atribuyen la actual situación al incumplimiento de los protocolos de aislamiento por parte de los viajeros llegados en las últimas semanas y al relajamiento de la distancia social durante las fiestas de fin de año.
Cuba mantuvo un relativo control de la pandemia -sobre todo en comparación con los países de su entorno- y llegó a registrar en julio pasado dos días sin contagios, pero con la reapertura de las fronteras a mediados de octubre los casos comenzaron a aumentar paulatinamente, y en diciembre se dispararon a niveles inéditos que se han incrementado en enero.
En una reunión gubernamental celebrada el viernes, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, señaló que entre el 70 % y el 80 % de los positivos totales desde noviembre están vinculados al contacto con personas que arribaron a Cuba y no respetaron las medidas sanitarias.
"Tenemos que tomar medidas extremas y tenemos que resolver rápido los niveles de contagio actuales", afirmó el mandatario.
El protocolo vigente incluye un PCR realizado en frontera nada más llegar a la isla y un segundo a los cinco días en el caso de los residentes y de los extranjeros que no llegan en calidad de turistas. Los viajeros deben permanecer aislados en sus viviendas o alojamientos hasta tener el resultado negativo de la prueba.
En el caso de quienes se alojan en casa de familiares o amigos, las personas que viven en la casa tampoco pueden salir hasta contar con dicha prueba negativa ni los niños ir a la escuela, algo que se ha incumplido de forma mayoritaria.
Según el parte diario del Ministerio de Salud Pública (Minsap), en este momento hay ingresadas en hospitales cubanos 4.724 personas: 2.332 casos confirmados (seis en estado crítico y diez graves), 1.511 sospechosos y 881 en vigilancia epidemiológica.
El número de casos activos de esta jornada supone también el mayor contabilizado hasta la fecha.
Por provincias, La Habana volvió a alcanzar la cifra de casos más alta, con 132, seguida por la oriental Guantánamo (48) y la occidental Matanzas (41).
Los fallecidos por la enfermedad se mantienen en 148 al no haberse registrado muertes en las últimas 24 horas.
Ante este escenario, el Gobierno decidió la noche del sábado el retroceso de varias provincias y localidades en las tres fases de desescalada existentes, incluyendo algunas zonas que se encontraban ya en la "nueva normalidad".
La capital, donde nunca se llegó a declarar esa "nueva normalidad" pese a que durante algunas semanas alcanzó los marcadores sanitarios que lo permitían, pasó de la fase 3 a la 1, que endurece las restricciones y limita las actividades y aforos.
En ocho de los quince municipios que conforman la capital se tomarán "medidas de incremento" adicionales para acelerar el control de la transmisión, según se expuso en la reunión gubernamental, sin más detalles.
Por el momento, las escuelas se mantendrán abiertas. El director de Epidemiología del Minsap, Francisco Durán, dijo hoy en su recién retomada comparecencia diaria que en las instalaciones educativas no ha habido casos vinculados a rebrotes.
Casi la totalidad del país había entrado desde el pasado 12 de octubre en una etapa de "nueva normalidad" que permitió la activación total de servicios y actividades económicas, aunque se mantuvieron medidas sanitarias como el uso obligatorio de mascarilla y la limitación de aforos.