La hepatitis es una infección que puede evolucionar por varios años sin presentar síntomas, sin embargo, cuando se desarrolla y no se atiende oportunamente, puede ocasionar cirrosis o cáncer hepático, por lo que la Secretaría de Salud del Estado de México hace un llamado a la población para prevenir este padecimiento a través de la vacunación y acciones que eviten su contagio.
En el marco del Día Mundial contra este padecimiento, que se conmemora cada 28 de julio, la dependencia estatal detalló que se tienen identificados cinco tipos de virus A, B, C, D y E; y su principal manifestación es coloración amarillenta de piel y ojos (ictericia), fatiga y orina oscura.
En el caso de la hepatitis A y E, se adquiere por el consumo de agua y/o alimentos contaminados y la mayor parte de las veces no producen síntomas. En cuanto a la hepatitis B, se adquiere por vía sanguínea, consumo de agua o alimentos y en México se previenen nuevos casos a través de la vacunación universal.
Cabe destacar que en el Estado de México recientemente se recibieron 225 mil vacunas contra la hepatitis B, mismas que son aplicadas en los centros de salud y se pide a los padres de familia que completen el esquema básico de sus hijos.
Por lo que respecta a la hepatitis tipo C, se adquiere a través de contacto con sangre contaminada, por lo que desde 1992 existen un control de calidad en este fluido disponible para transfusión, lo que ha evitado nuevos contagios por esta vía; además de ser la principal causa de cirrosis y cáncer de hígado.
Es importante aclarar que la hepatitis C también se transmite por relaciones sexuales sin protección y por el uso de jeringas contaminadas entre personas adictas, por lo que se recomienda mejorar las medidas de higiene, adoptar estilos de vida saludable y la activación física, para evitar el contagio del padecimiento.