La situación del agua en México enfrenta múltiples desafíos relacionados con la disponibilidad, calidad y gestión del recurso hídrico.
México es un país con una distribución desigual de agua. Aunque el 70 por ciento de los recursos hídricos se concentran en el sureste, el 77 por ciento de la población vive en el centro y norte del país, donde el acceso al agua es limitado.
En el Estado de México, la disponibilidad de agua es un desafío debido a la urbanización, el crecimiento poblacional y la sobreexplotación de los recursos hídricos.
Municipios como Ecatepec, Nezahualcóyotl, Chalco, Valle de Chalco y Zumpango enfrentan problemas de acceso al agua por alta demanda, infraestructura insuficiente y dependencia del Sistema Cutzamala. En el Valle de Toluca, la urbanización y la contaminación agravan la escasez, afectando tanto a áreas urbanas como rurales.
Subsistir en zonas con escasez de agua ha generado diversas problemáticas que limitan la calidad de vida de los habitantes. Una radiografía hídrica del Estado de México refleja una situación preocupante.
Más del 50 por cineto de los acuíferos están sobreexplotados. En municipios como Toluca y Tlalnepantla, la extracción de agua de estos acuíferos ha alcanzado niveles insostenibles, lo que ha provocado un descenso en el nivel del agua subterránea y una disminución en su calidad, afectando tanto el acceso a agua potable como la sostenibilidad del recurso a largo plazo.
La radiografía hídrica del Estado de México destaca la urgencia de implementar políticas públicas eficaces para gestionar el agua de manera sostenible. Es crucial mejorar la infraestructura, fortalecer los sistemas de abastecimiento y fomentar el uso responsable del recurso para garantizar su disponibilidad a largo plazo y mitigar los efectos de la escasez.