El satélite Sentinel-6 Michael Freilich, que vigilará los cambios en el nivel del mar y otros datos relacionados con el clima, despegó con éxito este sábado a bordo de un cohete desde la base de las fuerzas aéreas estadounidenses Vandenberg de California (Estados Unidos).
El satélite euro-estadounidense, vinculado al programa europeo de observación de la Tierra Copérnico, es capaz de cartografiar cada diez días el 95 % del océano libre de hielo, unos datos que pueden ser cruciales para combatir la crisis climática.
El lanzamiento se produjo a la hora prevista, las 9:17 locales (17:17 GMT), y a bordo de un cohete Falcon 9 de Space X, cuya parte reutilizable aterrizó de forma vertical con éxito unos minutos después.
En el proyecto participaron la Agencia Espacial Europea (ESA), la Comisión Europea, la Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos (Eumesat), la NASA y la Administración Nacional del Océano y de la Atmósfera de Estados Unidos (NOAA).
El lanzamiento llegó cinco días después del fracaso de dos misiones europeas, la española Seosat-Ingenio y la francesa Taranis, al fallar solo ocho minutos después del despegue el cohete Vega que las transportaba (Arianespace, operador del Vega, habló de "error humano" tras sus primeras investigaciones).
El Sentinel-6 es el primero de dos satélites idénticos que ofrecerán mediciones clave de los cambios en el nivel del mar -el segundo se lanzará cinco años después-.
Este nuevo proyecto toma el relevo como misión de referencia de altimetría por radar, continuando con el registro a largo plazo de mediciones de la altura de la superficie del mar que iniciaron el satélite franco-estadounidense Topex Poseidon en 1992 y después las misiones de la serie Jason.
El aumento del nivel del mar es una de las mayores amenazas a las que se enfrenta el planeta como consecuencia del cambio climático, recuerda la ESA.
Los datos satelitales muestran que el nivel medio mundial del mar ha subido algo más de 3 milímetros al año desde 1993 y, lo que es más preocupante, el ritmo de aumento se ha acelerado en los últimos años.
Sentinel-6 no solo continuará con este registro de referencia para los estudios del clima, sino que también medirá la altura del nivel del mar con "una precisión sin precedentes", según la web de la ESA.
Así, una vez seguro en órbita, el satélite, al cartografiar el 95 % del océano libre de hielo del planeta cada diez días, ofrecerá información crucial para la oceanografía operacional y la climatología.
Además de cartografiar la altura de la superficie marina para comprender los cambios a largo plazo, Sentinel-6 ofrecerá datos para aplicaciones operacionales de carácter práctico.
Por ejemplo, la misión medirá la altura significativa de las olas y la velocidad del viento, datos empleados para efectuar predicciones oceánicas a tiempo real que pueden utilizarse para la gestión sostenible de recursos marinos, la gestión del litoral y la protección ambiental o la industria pesquera.
"Sentinel-6 será imprescindible para entender los cambios que está sufriendo nuestro planeta y sus efectos. Millones de personas están expuestas al riesgo que supone el aumento del nivel del mar", explica Mònica Roca, directora de isardSAT, empresa española que ha participado en el proyecto.
Según esta experta, con este proyecto se podrá, entre otros, extraer conocimiento sobre qué poblaciones son las que quedarán afectadas por el aumento del nivel del mar o sobre la erosión que sufre la línea de costa en todo el mundo.