Desde el inicio de su construcción en 2014, el tren Interurbano México-Toluca se ha visto envuelto en temas de sobrecosto y obstáculos que lo han llevado a acumular más de 7 años de obra y cuatro de retraso.
Hoy la promesa del gobierno federal es iniciar operaciones en septiembre de 2023, sin embargo los problemas no acaban, pues La Auditoría Superior de la Federación hizo observaciones por más de 34 millones 475 mil pesos a los trabajos de construcción y obras, debido a que se pagaron tres conceptos no previstos:
La falta del soporte de ejecución de turnos pagados a la empresa contratista, deficiencias en las soldaduras de la pasarela peatonal, y un concepto no previsto en posibles duplicidades de pago.
La incógnita es sí estará o no culminada esta obra para el 2023, lo único cierto y tangible, es que en algunos puntos solo se aprecian automóviles, trabajadores y maquinaria parada, así como las auditorías que desde el 2018 siguen siendo irregulares.