El Estado de México, enfrenta una disminución en la tasa de natalidad.
Tan solo el Instituto Mexicano del Seguro Social, región Poniente, ha registrado una reducción del 25% en el número de nacimientos desde 2019.
A nivel nacional, el INEGI en su más reciente Estadística de Nacimientos Registrados reportó en 2022 un total de 1 millón 891 mil 388 nacimientos, lo que representa una DISMINUCIÓN DEL 1.1% CON RESPECTO A AÑOS ANTERIORES.
Esta tendencia se observa en todo el país, con una Tasa Global de Fecundidad de 1.9 hijos por mujer, por debajo del nivel de reemplazo poblacional que es de 2.1 hijos por mujer.
Diversos factores sociales han contribuido a esta tendencia. Por un lado, muchos jóvenes están optando por postergar la paternidad y maternidad para centrarse en sus metas personales y profesionales.
La búsqueda de estabilidad laboral, el deseo de realizar estudios superiores o emprender proyectos individuales son algunos de los motivos que impulsan a las nuevas generaciones a retrasar la formación de una familia.
La baja fertilidad y el aumento de la esperanza de vida generan una población con menos trabajadores y más personas jubiladas. Esto amenaza con trastornar la forma en que las sociedades están organizadas, poniendo en riesgo la sostenibilidad de los sistemas sociales y económicos.