Estados Unidos y China concluyeron este viernes una ronda de conversaciones comerciales, que el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, calificó de "constructivas", pero sin lograr un acuerdo después de que entraran en vigor los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump a numerosas importaciones chinas. "Hubo discusiones constructivas por ambas partes", dijo Mnuchin tras despedir al jefe negociador chino, el viceprimer ministro Liu He, en la capital estadounidense.
La pasada medianoche comenzó a aplicarse la subida de aranceles del 10 % al 25 % a importaciones chinas por valor de 200.000 millones de dólares, después de que Trump reprochara a China haber tratado de renegociar el acuerdo "en el último minuto". Por su parte, Liu aseguró que el diálogo fue "bien" y que continuará en algún momento en el futuro.
A las 00.01 hora local del viernes en la costa este de EE.UU. (4.01 GMT) entró en vigor el aumento en los aranceles a más de 5.000 productos chinos que Trump había anunciado cinco días antes, y que China no logró impedir durante una negociación a contrarreloj el jueves en Washington. Hasta ahora, esos productos chinos estaban sometidos a un gravamen menor, del 10 %, y el cambio implica que a partir de este momento casi la mitad de las importaciones chinas están sujetas a los aranceles del 25 %, que ya afectaban desde el año pasado a otros 50.000 millones de dólares en bienes del gigante asiático. "Los aranceles fortalecerán mucho a nuestro país, en lugar de debilitarlo," remarcó Trump en un mensaje de Twitter esta mañana, en el que afirmó que no "hay que apurarse" de cara al futuro.
Por su parte, China lamentó "profundamente" la decisión de Estados Unidos y anunció que tendrá que adoptar "las contramedidas necesarias", que no detalló, aunque también mostró su disposición a seguir negociando con Washington, en un comunicado de su Ministerio de Comercio. EFE