El narcotraficante Jesús Zambada implicó hoy durante el juicio contra Joaquín "El Chapo" Guzmán en Nueva York a funcionarios de los tres niveles de gobierno de México en el esquema de sobornos que utilizaba el cártel de Sinaloa para operar en el país.
En el tercer día del juicio en la corte de Brooklyn, Zambada detalló que en su papel de "líder de la plaza" de la Ciudad de México entre 2001 y 2008, él personalmente pagó al "director de la Procuraduría General de la República" sobornos durante ese periodo.
Cuestionado por la fiscalía, Zambada también expresó que entregaba "sobornos a altos mandos policiacos" que también incluían a las autoridades del aeropuerto a fin de "dar seguridad" tanto a los movimientos de la mercancía como de los líderes del cártel.
Según sus dichos, los pagos también se realizaban a la Policía Federal de Caminos, que se encargan de manejar carreteras, puertos y aeropuertos en México. Asimismo, sobornos eran entregados a la policía judicial, agentes de la Interpol y directores de policías municipales.
El narcotraficante mexicano indicó que los sobornos a nivel federal eran entregados asimismo a funcionarios dentro de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada.
Cuestionado sobre qué autoridades buscaban los líderes de plaza sobornar en primera instancia, Zambada enumeró: gobernador del estado, procurador de justicia, director policía judicial y director de policía municipal.
En la ciudad de México, los sobornos ascendían a 300 mil dólares al mes, que incluían pagos a funcionarios de tres niveles de gobierno, incluyendo en este caso al "director de homicidios" de la policía.
De manera específica, Zambada mencionó al "general Toledano", en el estado de Guerrero, quien supuestamente recibió 100 mil dólares alrededor del año 2004 de parte de Guzmán Loera.
Destacó además que el cártel de Sinaloa realizaba pagos adicionales a fin de que las autoridades "desviaran" o detuvieran investigaciones de homicidios cometidos por sus integrantes.
Interrogado sobre si algunos funcionarios de México se negaban a aceptar sobornos de parte del cártel de Sinaloa, Zambada respondió de inmediato: "por supuesto".