El aislamiento puede generar problemas de ansiedad y depresión si no se mantiene la mente ocupada, esto de acuerdo con especialistas.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, entre 1990 y 2013, el número de personas con depresión o ansiedad ha aumentado en cerca de un 50%.
Según estadísticas de la OMS, se estima que durante las emergencias, como la ocurrida por contingencias debido al COVID-19, 1 de cada 5 personas se ve afectada por estos padecimientos que representan el 30% de la carga mundial de enfermedad no mortal, pero que afecta de manera significativa la calidad de vida.
Ante esto especialistas como medidas de prevención, recomiendan interacción social en la medida de lo posible, así como mantener rutinas de ejercicio físico y mental, siendo la terapia y asesoramiento psicosocial, el recurso más adecuados para tratar cuadros clínicos de salud mental.