Con el reciente intento de golpe de estado en Bolivia el 26 de junio de 2024, surgen dudas sobre el término y las implicaciones de un acto de esta naturaleza. A continuación, se ofrece una explicación detallada.
Un golpe de Estado es la destitución repentina e ilegal del poder político, llevada a cabo por un grupo específico mediante medios violentos o inconstitucionales. Según el Diccionario de la Real Academia Española, se trata de una actuación violenta y rápida, realizada generalmente por fuerzas militares o rebeldes, mediante la cual un grupo determinado se apodera o intenta apoderarse del gobierno de un Estado, desplazando a las autoridades existentes. Este acto violenta todas las normas y leyes constitucionales que regulan la transmisión institucional del poder.
En el libro Técnica del Golpe de Estado de Curzio Malaparte, se señala que no sólo es posible un evento de esta naturaleza por parte de fuerzas armadas o militares, sino también mediante la conspiración de fuerzas civiles que propician la caída de un gobierno legítimo mediante acciones ilegales.
Un golpe de Estado se caracteriza por ser una acción repentina y violenta, ejecutada de forma ilegal y en contra de la constitución. Este acto es generalmente impulsada por sectores poderosos de la sociedad, tales como las fuerzas armadas, las élites económicas y la clase política; el objetivo principal de un golpe de Estado es derrocar a los altos cargos del gobierno, particularmente al Presidente y su gabinete, ya sea desplazándolos por completo, relegándolos a una posición secundaria o privándolos de su poder. En ocasiones, el golpe puede ser instigado desde el interior del propio gobierno.
Diversos factores pueden dar origen a esta situación, como graves crisis económicas, sociales o políticas que llevan a ciertos sectores de la sociedad a intentar tomar el poder o a oponerse al programa del gobierno que buscan derrocar.
En México, las personas que participen en estos actos enfrentan graves consecuencias penales, siendo incluso consideradas traidoras a la patria. Según el Código Penal Federal, en su Artículo 123, "Se impondrá la pena de prisión de cinco a cuarenta años y multa de hasta cincuenta mil pesos al mexicano que cometa traición a la patria".
Además, podrían ser condenadas también por rebelión, conforme al Artículo 135, que estipula: "Se aplicará la pena de uno a veinte años de prisión y multa de hasta cincuenta mil pesos".
También pueden enfrentar la suspensión temporal de sus derechos, como menciona el Artículo 29:"En los casos de invasión, perturbación grave de la paz pública, o de cualquier otro que ponga a la sociedad en grave peligro o conflicto, solamente el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, con la aprobación del Congreso de la Unión (...) podrá restringir o suspender en todo el país o en lugar determinado el ejercicio de los derechos y las garantías."
El último golpe de estado en México ocurrió en 1913, cuando el general Victoriano Huerta derrocó al presidente Francisco I. Madero durante la llamada "Decena Trágica", un evento que culminó con la muerte de Madero.
Este fenómeno históricamente ha sido un punto de inflexión en la estabilidad política y social, con repercusiones significativas para la gobernanza, los derechos civiles y la paz pública. Comprender sus dinámicas y consecuencias es crucial para proteger y fortalecer las instituciones democráticas frente a tales amenazas.