La Unión Europea ha comenzado este domingo a protegerse para intentar frenar la propagación de una nueva cepa del coronavirus, detectada en las islas británicas. El Ejecutivo holandés de Mark Rutte fue el primero en prohibir los vuelos procedentes desde el Reino Unido, desde el 20 de diciembre hasta el 1 de enero. Bélgica, Italia, Austria y Alemania también han anunciado estas restricciones a los pasajeros procedentes de Gran Bretaña y Francia e Irlanda estudian ya aplicar la misma medida.
España, por su parte, cortará los vuelos con el Reino Unido si no llega una respuesta conjunta de la Unión Europea.