El Estado de México ha sido cuna de atletas que han elevado los corazones de un país, poniendo en alto la bandera mexicana a nivel internacional y han vestido con letras doradas el término "mexiquense".
Oriundo de Santiago Tianguistenco, el pugilista, Salvador "Sal" Sánchez, erigió su legado de manera temprana al consagrarse campeón de de los pesos pluma del Consejo Mundial de Boxeo, a los 21 años en 1980, defendiendo esta presea de manera exitosa en 10 ocasiones hasta 1982 que un fatídico accidente de auto terminó con su vida.
Otro destacado púgil mexiquense es Antonio Róldan Reyna, quien obtuvo la medalla de oro en los juegos olímpicos de México 68, cumpliendo así la promesa hecha a su padre en su lecho de muerte.
Por su parte, la halterofilista, Soraya Jiménez, proveniente de Naucalpan, puso a vibrar a todo un país, rompiendo barreras convirtiéndose en la primera atleta mexicana en obtener un oro olímpico en Sidney 2000.
También proveniente del oriente del Estado, encontramos al futbolista, Luis García Postigo, quien vistió los colores del Atlético de Madrid y la Real Sociedad de España, anotando más de 180 goles a nivel de clubes a lo largo de su carrera.
Fernando Platas, inspiró a toda una generación mexicana que siguió sus pasos en él mundo del clavadismo, tras la obtención de la medalla de plata en trampolín de 3 metros en los juegos olímpicos de Sidney 2000.
Noé Hérnandez y Guadalupe "Lupita" González, son dos marchistas los cuales trajeron la plata a la entidad tras sus hazañas en los juegos olímpicos de Sidney 2000 y Río de Janeiro 2016. Siendo Lupita, integrante de la Secretaria de Marina y alumna de la Universidad Autónoma del Estado de México.