El presidente Joe Biden dijo que mantiene "firmemente" su decisión de retirar las tropas estadounidenses de Afganistán: "Nuestra misión en Afganistán no era construir una nación, ni crear una democracia unida. Nuestro único interés nacional en Afganistán ha sido y sigue siendo prevenir un ataque terrorista en Estados Unidos".
"Hemos dejado claro al Talibán que si atacan a nuestro personal, nuestra respuesta será enérgica". "Vamos a defender a nuestra gente, con fuerza devastadora, si es necesario", advirtió el demócrata.
"Ya no pasaremos más tiempo en Afganistán. Es la responsabilidad que estoy asumiendo (...) no me voy a arrepentir de esta decisión", agregó. .
"No podemos pelear por los afganos una guerra que ellos no quieren pelear por sí mismos", dice.
"Les dimos todos los medios para cambiar su futuro pero no podíamos proveerlos de las ganas de tener ese futuro"." Tengo que preguntarle a aquellos que nos reclamaban el no habernos quedado, cuántas vidas de norteamericanos más íbamos a perder, cuántas tumbas más íbamos a tener. Yo no pienso repetir los errores del pasado".
Biden afirma que la "construcción de una nación" nunca fue el objetivo de Estados Unidos en Afganistán y dijo que la nación norteamericana logró, en 21 años, que los objetivos de Al Qaeda no usaran Afganistán como base de operaciones y neutralizar a Bin Laden.
"Los líderes políticos de Afganistán se han rendido y han entregado el país", mencionó.
"Las tropas estadounidenses no tienen por qué morir en una guerra afgana en la cual los propios soldados afganos no quieren luchar". "¿Cuántos cementerios más vamos a tener que hacer en una guerra que no es nuestra", cuestionó.
"Hablé con el presidente afgano que cuando las tropas estadounidenses se irían de su territorio, ellos tendrían que luchar su guerra, pero claramente no lo han hecho".
"Les facilitamos una fuerza aérea. No podemos facilitarle a los afganos las ganas de luchar su propia guerra".
"Tenemos que tener bien orientadas las capacidades de Estados Unidos", señala, al afirmar que la misión del Ejército es combatir el terrorismo, no la insurgencia.
Los enfrentamientos armados en Afganistán se recrudecieron poco después de que Biden anunciara en abril la retirada de los últimos 2.500 militares del país, lo que motivó el inicio de las ofensivas talibanas para recuperar el poder y el territorio perdido con la intervención estadounidense.
El movimiento talibán tomó el control de su primera capital provincial el pasado 6 de agosto capturando la ciudad de Zaranj, en la provincia sudoccidental de Nimroz, y se fue apoderándose de más y más provincias a lo largo de la semana.
Tras entrar en Kabul, el portavoz de la Oficina Política de los Talibanes, Mohammad Naeem, dijo que "la guerra ha terminado en Afganistán" y que pronto estarán claros el tipo de gobierno y el régimen que se implantarán en el país. Paralelamente, Ashraf Ghani renunció a la presidencia y huyó del país para evitar enfrentamientos con los insurgentes y un "derramamiento de sangre".