A nueve días de la salida del poder del presidente Donald Trump, su gobierno sigue causando controversia y es que antes de irse, Estados Unidos incluyó nuevamente a Cuba en la lista negra de "Estados patrocinadores del terrorismo", de la cual había sido retirada por Barack Obama en 2015.
"Con esta medida, volveremos a responsabilizar al gobierno de Cuba y enviaremos un mensaje claro: el régimen de Castro debe poner fin a su apoyo al terrorismo internacional y la subversión de la justicia estadounidense", dijo el secretario de Estado Mike Pompeo, evocando al fallecido Fidel Castro y a su hermano Raúl, líderes de la revolución de 1959.
"Durante décadas, el gobierno cubano ha alimentado, alojado y brindado atención médica a asesinos, fabricantes de bombas y secuestradores, mientras que muchos cubanos pasan hambre, se quedan sin hogar y no tienen medicamentos básicos", indicaron.
Pompeo destacó la "maligna interferencia" de Cuba en Venezuela y en otros países latinoamericanos.
También habló del "apoyo" de La Habana a la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que Estados Unidos considera una organización terrorista extranjera, así como a disidentes de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Además de acusar a Cuba de acoger a varios fugitivos estadounidenses de la justicia desde los años 1970.