Debido al aumento de contagios y al surgimiento de una nueva cepa de Covid-19, todos los viajeros que lleguen a Estados Unidos en avión deberán presentar una prueba negativa realizada en los tres días anteriores a su vuelo, a partir del 26 de enero, así lo informaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) del país.
"Hacer test no elimina todos los riesgos, pero, cuando se combina con un periodo de cuarentena y las precauciones cotidianas como llevar mascarilla y la distancia social, puede hacer los viajes más seguros", dijo el director de las CDC, Robert Redfield.
El CDC ha estado presionando con urgencia al gobierno de Donald Trump para que amplíe los requisitos, ya que desde el 28 de diciembre los Centros han exigido a casi todos los pasajeros de aerolíneas que llegan de Gran Bretaña -incluidos los ciudadanos estadounidenses- que den negativo en las pruebas para el COVID-19 dentro de las 72 horas de su embarque. Los menores de 2 años y los pasajeros que hagan escala en el Reino Unido están exentos.
Canadá impuso reglas similares para casi todas las llegadas internacionales a partir del 7 de enero, al igual que muchos otros países.