Estados Unidos reanudó el uso de la vacuna contra el COVID-19 de Johnson & Johnson, poniendo fin a una pausa de 10 días para investigar el vínculo de la inyección con coagulo de sangre muy raros, pero potencialmente mortales.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos y la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) dijeron que los sistemas de salud y los receptores de vacunas serán advertidos del riesgo de un síndrome potencialmente fatal que involucra coágulos sanguíneos graves y plaquetas bajas.
La FDA actualizará la autorización de uso de emergencia de la vacuna para incluir información sobre el riesgo y cómo reconocer y tratar la afección, dijeron ejecutivos de J&J al panel.