Estados Unidos superó este viernes los 20 millones de casos confirmados del coronavirus SARS-CoV-2, lo que supone casi el 24 % del total de contagiados en el mundo, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins. La mitad de esos contagios se han registrado desde el pasado 9 de noviembre, en una prueba del drástico rebrote que vive el país del mundo más afectado en términos absolutos de la pandemia, que acabó el año con récords de muertes y hospitalizaciones por la covid-19. A las 12:45 en la costa este del país (17:45 GMT), Estados Unidos registraba 20.007.149 casos confirmados y 346.408 fallecidos por la covid-19, de acuerdo con el conteo de Johns Hopkins. La cifra de casos en Estados Unidos es casi el doble de la del segundo país con más contagios del mundo, la India, que acumula 10.286.709 infecciones, según la misma fuente. El hecho de que los contagios se hayan duplicado en menos de dos meses demuestra el complicado panorama que afronta el país en enero, después de un duro diciembre que fue el mes del año con más muertos por la pandemia. Los pronósticos para los primeros meses de 2021 son poco alentadores, sobre todo tras la llegada al país de la cepa británica del virus, de la que ya se han registrado casos en tres estados: Colorado, California y Florida. Las autoridades sanitarias del país creen que la nueva cepa puede estar mucho más extendida de lo que se ha detectado, y debido a que parece ser un 70 % más contagiosa que otras variantes, están muy preocupadas por el impacto que puede tener en unos hospitales que ya están desbordados. Ante ese panorama, muchos estadounidenses se aferran a la esperanza de la vacuna, pero la campaña de inmunización -que comenzó el 14 de diciembre- ha ido mucho más lenta de lo pronosticado por el Gobierno del presidente saliente, Donald Trump. Hasta este miércoles, menos de 2,8 millones de personas habían recibido la primera dosis de la vacuna, apenas el 14 % de los 20 millones de estadounidenses que el Gobierno planeaba inmunizar antes de que acabara diciembre. Las autoridades sanitarias han reconocido que ese balance es "decepcionante", y algunos expertos advierten de que, como las vacunas solo deberían almacenarse durante 30 días en los congeladores portátiles en los que se distribuyen, es posible que miles de viales expiren a finales de enero. El Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que cuando Trump abandone el poder el próximo 20 de enero habrán muerto 420.000 personas y, para el 1 de abril, 567.000.