Luego de que se aprobara la ley antimigrante en Florida, firmada por el gobernador Ron DeSantis, muchos de los trabajadores de la construcción y del campo decidieron no presentarse a trabajar por miedo a ser deportados con la nueva legislación que entrará en vigor a partir del 1 de julio próximo.
Por cada empleado indocumentado las empresas podrían enfrentar una multa de 10 mil dólares y el estado podría revocar su licencia comercial. La ley también requiere que los hospitales recopilen e informen los costos de atención médica para las personas indocumentadas.
El proyecto de ley también toma medidas enérgicas contra la atención de la salud y dice que los hospitales deben informar el estado migratorio del paciente si están usando Medicare. Según el sitio web del gobernador, los contribuyentes de Florida han pagado más de 226 millones en costos de atención médica para migrantes indocumentados.
En redes sociales se han compartido videos donde las obras en el estado están vacías sin trabajadores, cuando antes desde las 9:30 de la mañana ya se veía a muchos migrantes trabajando.
Llos campos de cultivo también se quedaron sin jornaleros. Con los miles de migrantes que atraviesan la frontera de Texas, el gobernador DeSantis espera que este proyecto de ley los disuada de elegir a Florida como un destino.
Según el instituto de política migratoria, casi 800 mil migrantes indocumentados viven en Florida. Muchos de ellos trabajan en la agricultura, la construcción y como cuidadores.