En un momento en que la salud mental recibe creciente atención, un estudio respaldado por la Universidad de Harvard ofrece una perspectiva alentadora sobre cómo los animales pueden mejorar el bienestar emocional.
La investigación revela que tener un perro a tu lado puede ser una herramienta efectiva para combatir la ansiedad y la depresión, especialmente en mujeres.
El Estudio de Salud de Enfermeras de Harvard, que comenzó en 1976 y abarca a más de 280 mil participantes, analizó el impacto del apego a las mascotas en la salud mental. En este estudio, se encontró que abrazar a un perro y mantener un vínculo cercano con él está asociado con una reducción notable de los síntomas de ansiedad y depresión. Esto es especialmente relevante para mujeres de mediana edad y mayores que han enfrentado trauma, como el abuso infantil.
La investigación, que examinó a 214 mujeres, incluyó a muchas sobrevivientes de abuso infantil. Los resultados mostraron que un fuerte apego a los perros se correlaciona con una disminución significativa de la ansiedad y la depresión, proporcionando una posible vía terapéutica natural. En comparación, el estudio no encontró un efecto similar en las personas que tenían gatos.
El estudio subraya la importancia de los perros no solo como compañeros leales, sino también como apoyos emocionales valiosos. Su capacidad para ofrecer afecto incondicional y su habilidad para captar las emociones humanas parecen ser factores clave en la mejora de la salud mental.
Así, el estudio de Harvard añade peso a la idea de que los perros pueden jugar un papel importante en la gestión del estrés y la tristeza, ofreciendo una alternativa accesible y efectiva para quienes buscan alivio emocional.