La Marina brasileña anunció este viernes que hundió en el océano Atlántico un antiguo portaaviones francés que estaba fuera de servicio y que según la fiscalía estaba lleno de residuos tóxicos, en una decisión criticada por ONG ambientales.
El "hundimiento planificado y controlado, ocurrió al final de la tarde" del viernes, a unos 350 km de las costas brasileñas, en una zona con una "profundidad aproximada de 5.000 metros", informó la Marina en un comunicado.
La decisión, anunciada esta semana, causó polémica, porque el antiguo portaaviones "Foch", de 266 metros de eslora, está lleno de amianto, pinturas y otros desechos tóxicos, según varias ONG y la fiscalía.
Las ONG Greenpeace, Sea Shepherd y Basel Action Network afirmaron el viernes en un comunicado conjunto que el hundimiento viola "tres tratados internacionales" sobre medioambiente y causará daños "incalculables", con "impactos a la vida marina y las comunidades costeras".
Otras medidas "ambientalmente responsables podrían haberse adoptado, pero una vez más, la importancia de proteger los océanos, que son vitales para la vida del planeta, fue tratada con negligencia", dijo Leandro Ramos, director de Programas de Greenpeace Brasil.