El templo de Los Quejidos, que data de los años 30 y que llevaba bajo el agua casi un siglo, quedó al descubierto, debido a la sequía que actualmente cruza el Estado de México.
Este templo quedó bajo el agua junto al poblado de Taximay, en el municipio de Villa del Carbón cuando se construyó una presa para abastecer del líquido a la zona poniente del Estado de México pero principalmente a los municipios colindantes de Hidalgo. La ola de calor y la sequía de este año, ha provocado que las presas del Estado de México lleguen a niveles críticos.
A decir de los habitantes de este poblado, la presa ha perdido más de la mitad de su capacidad, situación que les preocupa.
Otra de las presas que están llegando a niveles críticos es el lago de Guadalupe que cuenta con una superficie superior a las 400 hectáreas y abarca los municipios de Atizapán, Nicolás Romero y Cuautitlán Izcalli.
Los niveles son tan bajos que también se aprecia la colilla de la antigua iglesia de Guadalupe.