La secretaria de Cultura federal, María Cristina García Cepeda, instó a vivir el Festival Internacional Cervantino como una reunión de amistad entre países, entre creadores y público, y en la libertad que el arte y la cultura convocan, para celebrar en la comunión del espíritu colectivo.
Al inaugurar la edición XLVI del encuentro, García Cepeda subrayó que "la cultura nos hace orgullosos de lo que somos, fortalece el alma y el corazón de las comunidades, es la raíz de esta nación; la cultura es memoria viva y el arte una permanente reafirmación del ser humano que tiene en este festival una casa de puertas abiertas que México ofrece al mundo desde Guanajuato".
La "Fiesta del Espíritu" inició con la entrega de la Presea Cervantina, una escultura de pequeño formato realizada por el artista plástico Vicente Rojo, que el FIC otorgó a Luis de Tavira, director de teatro y formador de actores y directores, quien no escogió al teatro, sino que el teatro lo escogió a él, y a Graciela Iturbide, fotógrafa humanista o humanista fotógrafa, según se le admire.