Los incendios intencionales constituyen un importante agente de perturbación en el medio ambiente que afecta a millones de hectáreas cada año; en lo que va del 2022 en el estado de México se han reportado 97 incendios.
Esta práctica se realiza entre los meses de marzo y abril con el propósito de habilitar un terreno para su aprovechamiento productivo e impedir que se acumule material vegetal seco y evitar plagas que destruyan las cosechas agrícolas.
Los problemas graves se generan cuando estos incendios se salen de control y se vuelven ingobernables, provocando pérdidas de hectáreas a gran escala y perjudicando la salud respiratoria de los habitantes.