Cerca de 300 presos se escaparon de una cárcel en Maiduguri, la capital del estado de Borno, en el noreste de Nigeria, debido a las graves inundaciones que han azotado la región durante la temporada de lluvias. El Servicio Correccional de Nigeria informó que 281 reclusos lograron escapar, de los cuales siete han sido recapturados hasta el momento. Las inundaciones fueron tan severas que derribaron los muros de la prisión y dañaron también las instalaciones del personal.
Abubakar Umar, jefe de Relaciones Públicas del Servicio Correccional, explicó que, durante la evacuación hacia un lugar seguro, se constató la ausencia de varios presos. No obstante, resaltó que cuentan con los datos biométricos de los reclusos, lo que facilitará la colaboración con otras agencias para localizarlos. Además, se han desplegado fuerzas policiales para asistir en la búsqueda de los evadidos.
En 2022, Nigeria experimentó una de las peores temporadas de lluvias en años, con más de 600 personas fallecidas y cientos de miles de desplazados. Los estados más afectados incluyeron Kogi, Anambra, Delta y Rivers.
Las inundaciones en la región han tenido un impacto devastador. Recientemente, la ruptura de una presa cercana causó la muerte de al menos 37 personas y dejó a más de 414,000 damnificados. La ONU ha alertado sobre los daños a infraestructuras críticas, como hospitales y escuelas, lo que agrava aún más la situación en una región que ya enfrenta numerosos desafíos.
La temporada de lluvias de este año ha sido particularmente dura, con lluvias inusuales que han desplazado a más de un millón de personas en el noreste de Nigeria. Las autoridades temen que la situación empeore en los próximos meses, ya que septiembre y octubre suelen ser los periodos más lluviosos del año.
Las inundaciones en 2023 también fueron severas, afectando gravemente el norte y el sur del país. Los reportes indicaron que más de 500,000 personas fueron desplazadas y las pérdidas económicas fueron significativas.
Además, las inundaciones han causado daños extensos no solo en las prisiones y comunidades locales, sino también en vastas áreas agrícolas. Esta situación es especialmente preocupante dado que Nigeria ya enfrenta problemas económicos y una alta inflación que impacta los precios de los alimentos. Las autoridades están trabajando para brindar asistencia a los afectados, mientras continúan lidiando con las consecuencias del cambio climático y la falta de infraestructura adecuada.