Este lunes, el portavoz del Ejército israelí, contralmirante Daniel Hagari, anunció que Israel ha asesinado al comandante de la unidad de Hizbulá encargado de la transferencia de armas desde Irán, en un ataque aéreo en Damasco.
Aunque no se reveló su nombre, Hagari explicó que había asumido el cargo hace solo unas semanas, tras la muerte de su predecesor, Muhamad Jafar Qasir, en un ataque israelí en Beirut el pasado 1 de octubre.
El ataque, realizado con un misil teledirigido, tuvo como objetivo un automóvil en el exclusivo barrio de Mezzeh, en la capital siria, donde según la agencia oficial siria SANA, al menos dos personas murieron y otras tres resultaron heridas. Aunque no se ha confirmado la identidad de todas las víctimas, se ha informado que una de ellas no era de nacionalidad siria.
Mezzeh es conocido por albergar embajadas, así como las residencias de altos mandos militares y dirigentes de facciones como la Guardia Revolucionaria y el Hezbollah. Debido a su relevancia estratégica, este barrio ha sido blanco de varios ataques israelíes en las últimas semanas, especialmente en medio de la escalada del conflicto entre Israel y Líbano.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una organización opositora al régimen sirio, también confirmó que uno de los fallecidos no era sirio, lo que subraya la participación de actores extranjeros en el conflicto.
La ofensiva militar de Israel contra Hizbulá y sus aliados ha intensificado la violencia en la región, contribuyendo a una cifra de muertos que ya supera los 2,400 en el Líbano, en su mayoría a raíz de la escalada bélica que comenzó a finales de septiembre.