El Ejército de Israel confirmó este viernes la muerte de Ibrahim Aqil, jefe de Operaciones militares de Hizbulá, durante un bombardeo en el suburbio sur de Beirut. Aqil, junto con otros altos mandos de las fuerzas de élite Radwan, falleció en el ataque aéreo, según informó un comunicado militar israelí.
Aqil era señalado como el principal responsable del plan de Hizbulá conocido como la "Conquista de Galilea", una operación que pretendía infiltrar militantes en Israel para atacar a civiles. "Estos comandantes habían estado planeando su 7 de octubre en la frontera norte durante años", declaró el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi, refiriéndose al ataque frustrado.
Ibrahim Aqil era un veterano miembro de Hizbulá, habiéndose unido al grupo en los años 80. Desde 2004, ejercía como jefe de Operaciones y estaba implicado en varios ataques y bombardeos, especialmente con misiles anti-tanque. Su muerte es considerada un golpe significativo para Hizbulá, dada su posición en el Consejo de la Yihad, el organismo militar más importante de la organización.
Aqil también estaba en busca y captura por Estados Unidos, que el año pasado ofreció una recompensa de 7 millones de dólares por información sobre su paradero. Washington lo acusaba de participar en atentados terroristas, incluyendo el ataque a la embajada de EE.UU. en Beirut en 1983, donde murieron 63 personas, y el ataque contra un cuartel de marines estadounidenses, que dejó 241 fallecidos.
El ataque israelí es visto como otro éxito de inteligencia, demostrando que Hizbulá sigue siendo vulnerable a la vigilancia israelí. Según el exfuncionario de inteligencia israelí Avi Melamed, "es casi como si Hizbulá fuera un libro abierto para la inteligencia israelí", lo que resalta la capacidad de Israel para localizar y neutralizar a altos mandos del grupo.
Este tipo de acciones tensan aún más la situación en la región, donde los enfrentamientos entre Israel y Hizbulá han mantenido un alto nivel de inestabilidad a lo largo de los años.