Nuevamente el telescopio espacial James Webb impactó a todo el mundo, pues logró fotografiar al exoplaneta HIP 65426 B, el cual tiene entre seis y doce veces la masa de Júpiter.
De acuerdo a un comunicado seguido de la fotografía, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), informó que el telescopio espacial James Webb fotografió su primer exoplaneta, un logro que los científicos han calificado como un "momento histórico para la astronomía".
Se trata de una imagen que muestra a un gigante gaseoso, denominado HIP 65426 b, que se encuentra fuera de nuestro sistema solar, envuelto en llamas en polvorientas nubes rojas que tiene entre seis y doce veces la masa de Júpiter, y que se ubica a 385 años luz de nuestro planeta, justo en la constelación de Centauro. Los expertos estiman que tiene entre 15 y 20 millones de años, por lo que se considera mucho más joven que la Tierra de cuatro mil 500 millones de años.
ESPECIFICACIONES TÉCNICAS
El cuerpo estelar fue fotografiado utilizando luz infrarroja, que es invisible para el ojo humano y ofrece detalles más precisos de la masa y temperatura de un planeta lejano. El Webb también está equipado con cronógrafos, "conjuntos de diminutas máscaras que bloquean la luz de las estrellas", permitiéndole al telescopio captar imágenes directas de un exoplaneta.
Según Sasha Hinkley, director de estas observaciones y profesor asociado de física y astronomía en la Universidad de Exeter, en Reino Unido, en cada imagen de los cuatro filtros diferentes, el exoplaneta aparece como una mancha de luz debido a las particularidades del sistema óptico del telescopio y cómo traduce la luz a través de las diversas ópticas.
El HIP 65426 b está unas 100 veces más lejos de su estrella anfitriona que la Tierra del Sol, lo suficiente como para que Webb pueda separar el planeta de su estrella.
EL DATO...
En jornadas previas, los astrónomos han obtenido imágenes directas de unos 20 exoplanetas, incluido el HIP 65426 b, utilizando telescopios terrestres, sin embargo, el ruido introducido por la atmósfera de la Tierra ha restringido las observaciones a un rango estrecho de longitudes de onda visibles.
Con estos adelantos científicos se abre la posibilidad de que en un futuro no muy lejano se exploren mundos distantes, incluidos aquellos con condiciones potencialmente habitables.