La sexta jornada de protestas en Barcelona contra la sentencia del "procés" se desarrolló hoy con menos incidentes violentos que la víspera, en la que los disturbios y los enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los manifestantes dejaron un saldo de 182 heridos y 83 detenidos.
En la Plaza Urquinaona, donde se registraron los disturbios más violentos del viernes, se llevó a cabo una "sentada" pacífica y una cadena humana que separó a los encapuchados de la Policía y frenó las barricadas que grupos de manifestantes pretendían levantar esta noche, reportó el diario local 20 minutos.
Aunque algunos de los inconformes comenzaron a abandonar el lugar al comenzar los disturbios, centenares de personas permanecieron en el lugar y gritaban consignas independentistas, pedían la dimisión del conseller del Interior, Miquel Buch, y criticaban a los grupos de encapuchados.
Los Mossos d'Esquadra (policía catalana) lanzaron balas de goma para dispersar a jóvenes encapuchados en el cruce de la Plaza Urquinaona y la calle Pau Claris, donde unos 50 manifestantes encendieron una hoguera, a fin de que los bomberos pudieran acceder al área.
Girona, Tarragona, Mataró y Sabadell son otras ciudades donde se realizaron manifestaciones este sábado, jornada en la que además se conoció el ingreso en prisión provisional de seis de los 12 detenidos en Barcelona y uno de los ocho en Girona.
Asimismo, las protestas contra la sentencia del "procés" han ido más allá de Cataluña y se han replicado en ciudades españolas como San Sebastián y Madrid, así como en Berlín, Alemania, donde miles de personas salieron a las calles en apoyo a los independentistas catalanes, según el diario local La Vanguardia.
Las protestas contra la sentencia del "procés" en Madrid, la capital española, dejaron un saldo de 11 policías nacionales y 15 civiles heridos durante los disturbios registrados en los alrededores de la Plaza de Callao.
La tarde del sábado, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, le envió una carta al mandatario interino del gobierno español, Pedro Sánchez, en la que le manifestó que él "no tiene que darle lecciones sobre condenar la violencia", reportó el diario La Vanguardia.
Torra habría enviado la misiva ante la negativa de Sánchez a atender una llamada telefónica suya y, en vez de ello, el mandatario español le envió un mensaje a través de la prensa en la cual le demanda que primero condene "rotundamente" la violencia en Cataluña.
Por otra parte, el ministro español del Interior, Fernando Grande-Marlaska, viajó a Barcelona para reunirse con su similar catalán Miquel Buch para abordar el operativo implementado en Cataluña ante los actos de "vandalismo indiscriminado" que se han registrado desde el pasado lunes, cuando se dio a conocer la sentencia del procés.
Grande-Marlaska reconoció el trabajo de la Policía Nacional, la Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra para garantizar "el orden público y los derechos del conjunto de la ciudadanía", y rechazó que el Estado español esté desbordado, de acuerdo con 20 minutos.
Las manifestaciones se iniciaron en Cataluña desde el pasado lunes, cuando el Tribunal Supremo condenó a nueve líderes independentistas a penas de hasta 13 años de cárcel por su papel en el referéndum por la independencia de esa comunidad autónoma, realizado en octubre de 2017.