El uso desmedido de la tecnología se ha hecho indispensable para la vida cotidiana, cada vez estamos más conectados y pendientes de una pantalla.
La tecnología y dispositivos móviles han generado en ciertos grupos una alteración en el comportamiento y en las relaciones interpersonales; son menores de edad y jóvenes los grupos más vulnerables ante las tecnologías, esto debido a que se puede convertir en una adicción.
Los jóvenes y menores se encuentran en una etapa donde son susceptibles a los estímulos, a los cambios físicos y psicológicos, siendo en muchas ocasiones fáciles de manipular y de influenciar, por ende ser presa fácil de las adicciones.
Las redes sociales, el navegar por internet, los juegos en línea y la interacción que estos permiten pueden resultar actividades placenteras, por lo que pueden llegar a ser acciones adictivas, además de brindar en muchas ocasiones un espacio refugio donde ser alguien en la red
Algunas de las características de adicción a las tecnologías y mantenerse conectado es la pérdida de control sobre la conducta, además de una dependencia y la necesidad progresiva de llevarla a cabo en mayores cantidades, personalidad impulsiva, baja autoestima, afrontamiento inadecuado ante las dificultades, estado de ánimo triste, ansioso o irritable, falta de afecto y construir pocas relaciones sociales.
Los padres de familia son un factor clave en el desarrollo de los menores, así como lo es la tecnología, por ello es importante crear dinámicas donde el menor tenga la atención adecuada y una buena educación tecnológica que ayude a tener más conciencia y hacer un uso responsable de ella.