Miles de jóvenes estudiantes marcharon hoy en numerosas ciudades de todo el mundo para exigir a los políticos medidas urgentes y eficaces contra el cambio climático, convocados en el marco del movimiento "Youth for Climate" (Jóvenes por el clima, en español). Este 15 de marzo se desarrollaron manifestaciones y concentraciones en unas 1.800 ciudades de un centenar de países en una jornada de huelga y reivindicación bajo el lema "Friday for Future" (Viernes por el futuro).Se trata de un movimiento puesto en marcha en agosto de 2018 por la joven sueca Greta Thunberg, quien decidió manifestarse frente al Parlamento de su país antes de unos comicios legislativos para exigir acciones contra el cambio climático.
Aquella iniciativa ha cobrado fuerza y ahora es un movimiento que se ha extendido por el mundo, destinado a estudiantes, pero abierto a la participación de los adultos. El rostro del movimiento es la joven Greta, que ahora tiene dieciséis años y se puso al frente hoy de la manifestación en Estocolmo. "Estamos ante una crisis existencial, la más grande que ha afrontado nunca la Humanidad", dijo la líder adolescente en la concentración organizada en la céntrica plaza de las Monedas de la capital sueca. Thunberg sostuvo que los jóvenes no han contribuido a esta crisis, sino que nacieron en este mundo y que "tendrán que vivir con ella toda sus vidas, así como sus hijos y nietos". "No vamos a aceptarlo. Hacemos huelga porque queremos un futuro y vamos a continuar", afirmó.
Las marchas se reprodujeron en cientos de ciudades, con lemas y consignas variados, pero siempre poniendo énfasis en la necesidad de afrontar los efectos del cambio climático. "No hay planeta B", coreaban en Lisboa miles de jóvenes, mientras en Lausana (Suiza) los estudiantes dieron gritos como "político, estás condenado, la juventud se ha echado a la calle" y portaron pancartas a favor del decrecimiento de la economía. En Berlín se oía "Cambiad la política, no el clima", en las calles de Viena se coreaba "Mejor un cambio humano que el cambio climático" y en el puente de los Scalzi de Venecia los jóvenes colgaron una enorme pancarta donde se lee: "Estamos aún a tiempo", en alusión a la importancia de actuar rápidamente. "¡Queremos la vida!", así termina el manifiesto que se leyó en Madrid, frente la Congreso de los Diputados, al final de la marcha que reunió a miles de jóvenes en Madrid
A su vez, los jóvenes eslovenos presentaron al Gobierno una lista de reivindicaciones concretas, como un presupuesto más verde, el cierre de una central termoeléctrica y una disminución del 40 % de las emisiones de gases de combustión en el transporte hasta 2040. En Nueva Delhi, una de las ciudades con más alto nivel de contaminación del planeta, un joven llamada Raza explicó: "Estamos aquí para crear conciencia sobre el cambio climático. Dios nos ha dado la oportunidad de disfrutar nuestras vidas en la Tierra, así que es nuestra responsabilidad mantenerla limpia". "Hoy no hemos ido al colegio, porque el colegio puede esperar, pero el cambio climático no", comentaba a la prensa una de las promotoras de la protesta en Estambul, Atlas Sarrafoglu, de 11 años.
Las exigencias de avanzar en la lucha contra el cambio climático resonaron hoy también en algunos países de África, como Kenia, Sudáfrica, Mauricio o Uganda, donde no hubo un llamamiento generalizado a la huelga pero sí marchas de protesta. En Nairobi, los manifestantes acudieron al bosque de Karura, uno de los pulmones de la ciudad y el único bosque indígena en el corazón de una ciudad del mundo. "Nos dimos cuenta de que, aunque Kenia es uno de los países más afectados por el cambio climático, no estaba pasando nada aquí", comentó a Efe Niko Berghmans, un joven de 16 años En Uganda se convocó a la huelga con un flujo constante en las redes sociales durante todo el día de imágenes y vídeos de alumnos sosteniendo pancartas con lemas como "Vence al plástico, al polietileno, a la contaminación" En Sudáfrica, la nación más industrializada del continente, los manifestantes reclamaron cambios urgentes en la política energética local ya que, pese a ocupar el puesto número 25 de los Estados con más población del planeta, es el decimocuarto mayor emisor de dióxido de carbono del mundo.EFE