Las inundaciones en el Valle de México son un fenómeno recurrente debido a dos factores principales: el hundimiento del suelo y un sistema de drenaje insuficiente.
El suelo de la región, compuesto principalmente por antiguos lechos lacustres, es altamente compresible, lo que provoca que se hunda de manera diferencial.
A esto se suma un sistema de drenaje que, a pesar de las constantes inversiones, no logra evacuar las grandes cantidades de agua que caen durante las lluvias intensas.
Ante este panorama, una de las soluciones más prometedoras es la implementación de sistemas de captación de agua de lluvia.
Al recolectar el agua pluvial y almacenarla, se reduciría la presión sobre los sistemas de drenaje y se garantizaría un suministro adicional de agua durante las épocas de sequía.
Además, la captación de agua de lluvia contribuye a recargar los acuíferos subterráneos, lo que a largo plazo mejora la calidad del suelo y mitiga los efectos del cambio climático
La paradoja de las lluvias en el Valle de México es un reflejo de la compleja relación entre el ser humano y el medio ambiente.