El Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera y Similares de la República Mexicana ha logrado un acuerdo significativo tras la revisión de su contrato de ley. Este acuerdo incluye un incremento salarial del 6.35% directo al salario y un 5% adicional en prestaciones para los próximos dos años, beneficiando a entre 25,000 y 30,000 afiliados, así como a trabajadores no sindicalizados
En una conferencia de prensa, Lorenzo Pale, secretario general del sindicato, destacó que durante las negociaciones no se eliminaron artículos del contrato, especialmente aquellos relacionados con la previsión social y la contratación de trabajadores foráneos. Entre los beneficios acordados se incluye el aumento del seguro de vida, que pasará de 175,000 a 250,000 pesos, y un nuevo bono de productividad que incrementará en 150,000 pesos sobre las cantidades previamente establecidas. Además, el monto destinado a la despensa familiar se elevará de 500 a 650 pesos mensuales, y se pactó un bono decembrino, aunque este último no quedó formalmente en el convenio.
Pale también abordó el tema de la propuesta de reforma para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales. El sindicato está dispuesto a dialogar con los ingenios sobre esta reforma, que busca mejorar las condiciones laborales y garantizar que se pague tiempo extra si los trabajadores laboran más allá del límite establecido por ley.
Actualmente, el contrato contempla dos tipos de jornadas laborales: 40 horas semanales durante el ciclo de reparación y 48 horas durante la zafra, con un día de descanso
La discusión sobre esta reforma ha cobrado relevancia en el contexto actual. La iniciativa fue presentada en 2023 y aún está pendiente en la Cámara de Diputados. Se espera que este año se continúe discutiendo, pero su aprobación podría no concretarse hasta 2025 debido a factores políticos y al cambio en la presidencia del país. La propuesta busca modificar el artículo 123 de la Constitución Mexicana para permitir dos días de descanso por cada cinco trabajados, lo que implicaría una reducción significativa en las horas laborales semanales.
El debate sobre la reducción de la jornada laboral ha generado diversas opiniones. Mientras algunos sectores empresariales expresan preocupaciones sobre el impacto económico y la viabilidad de implementar esta medida sin incrementar costos operativos, otros apoyan la idea como un avance necesario para mejorar la calidad de vida laboral.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha recomendado que cualquier reducción se realice gradualmente y con diálogo social para asegurar una transición efectiva