El número de desplazados en la Franja de Gaza por la ofensiva del ejército israelí ha llegado ya al millón de personas, dijo este lunes en una rueda de prensa la directora de comunicación de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa), Juliette Touma.
Desde sus oficinas en Gaza, Touma dijo por videoconferencia que estas cifras son "cambiantes" y no paran de crecer, pero que su agencia, con 13.000 empleados y abundantes infraestructuras en la Franja es la mejor situada para observar el alto nivel de desplazamientos.
Una gran parte de los desplazados internos han buscado refugio con parientes o conocidos más al sur, pero al menos 400.000 están siendo acogidos en un centenar de centros de la Unrwa, principalmente escuelas -que pueden funcionar como refugios- pero también en almacenes de alimentos o materiales y sin servicios básicos, "no equipados para seres humanos".
Los refugios están tan saturados que a veces "cientos de personas tienen que compartir un solo cuarto de baño", explicó.
Además, advirtió sobre la grave escasez de bienes en Gaza: "Ninguna mercancía ha entrado en Gaza desde el día 7 (de octubre): ni comida, ni agua, ni ninguna clase de ayuda", insistió Touma.
Touma alertó en particular que la falta de agua potable -que llegaba principalmente de desaladoras que funcionan con fuel y ahora están paradas- está llevando a los gazatíes a recurrir a fuentes informales de agua, principalmente pozos excavados de manera precaria, y esto es una fuente muy probable de enfermedades infecciosas.
Por otra parte, la Unrwa ha perdido a catorce trabajadores en los bombardeos israelíes, la mayoría de ellos maestros, precisó Touma.
Gaza posee siete pasos fronterizos que permanecen cerrados
La Franja de Gaza dispone de siete pasos fronterizos, los cuales permanecen cerrados. Son los de Rafah, el único que hace frontera con Egipto, Erez, Kerem Shalom, Karni, Nahal Oz, Sufa y Kissufim, pero solo los tres primeros, de vital importancia para la subsistencia de los más de 2,1 millones de habitantes de la Franja, han permanecido operativos en los últimos años.
En estos momentos, el paso de Rafah mantiene la atención internacional pues depende de las negociaciones entre Jerusalén y El Cairo para su apertura y que se permita la evacuación de los gazatíes y residentes extranjeros.
Egipto condiciona la apertura de su frontera para que crucen los extranjeros residentes en la Franja a que Israel facilite previamente el ingreso de ayuda para los 2,1 millones de personas hacinadas en el minúsculo territorio.
La reciente crisis tras la guerra desatada entre el grupo integrista Hamás e Israel, que bombardea Gaza desde el pasado día 8 en represalia a la incursión de la milicia en su territorio, ha agravado la situación de la población, que se halla sin electricidad ni víveres y esperan la apertura de Rafah y los otros pasos.
Estos accesos comenzaron a construirse tras los Acuerdos de Oslo de 1993 y se completaron en 1996, pero el gobierno israelí los cerró de forma intermitente a partir de 2000 cuando estalló la Segunda Intifada.
Desde 2007, cuando Hamás tomó por la fuerza el control de Gaza, han sido más las veces que los puestos han estado cerrados debido al aumento de la violencia.
De hecho, en los últimos años sólo se han mantenido activos aunque con fuertes restricciones el paso de Rafah (para personas y mercancías); el de Erez, situado en el norte de Gaza y destinado al tránsito de personas, y el de Kerem Shalom, reservado al transporte de mercancías.
El 18 de enero de 2008, las autoridades israelíes clausuraron todos los pasos en represalia por el lanzamiento de cohetes Kasam por parte de los palestinos, que dejó a la población de la Franja sin alimentos, ni combustible y al borde de una catástrofe humanitaria.
Tras presiones internacionales, el 22 de enero de ese año, Israel autorizó sólo la entrada de alimentos básicos y medicinas para evitar una crisis, si bien no fue suficiente ya que 100.000 palestinos derribaron la barrera de metal que fija el límite entre el paso de Rafah y Egipto y entraron en avalancha en este segundo país para aprovisionarse de víveres.
El 1 de junio de 2010, Egipto reabrió el paso de Rafah, por motivos humanitarios, después de que soldados israelíes atacaran en aguas internacionales a la "Flota de la Libertad", un grupo de seis barcos que transportaba a más de 750 personas con ayuda humanitaria para la franja, causando 10 muertos y 30 heridos.
En julio de 2014, Egipto reabrió Rafah para evacuar a los heridos que provocó la operación "Margen protector" emprendida por Israel contra objetivos de Hamás en Gaza.
Según la agencia palestina Maan, en 2015, este paso estuvo cerrado durante 344 días, si bien en 2016 se abrió más a menudo.
En los años sucesivos Rafah ha permanecido abierto con cuentagotas.EFE