Por: Marcela Perales
Evangelina Almaguer, habitante San Nicolás de los Garza, denuncia, "este arroyo se ha desbordado dos veces, con el huracán Gilberto y con el Alex".
Es el arroyo Topo Chico, en San Nicolás de los Garza, Nuevo León.
Uno de los causes de mayor desbordamiento por la falta de drenaje pluvial en la zona.
Evangelina, agrega, "el agua se sale porque se tapa la coladera, la basura, todo lo que la gente avienta al arroyo, se queda atorado".
Entre este drenaje aledaño a zona habitacional y todos los del país, recolectan en total 160 toneladas anuales de basura y otros objetos sólidos como llantas, escombros, muebles y hasta vehículos.
Antonio Hernández, director de Agua PRONATURA A.C., explica, "es un agua contaminada por descargas de drenaje sanitario, asociadas a una red deficiente de drenaje, lo que hace es que esta agua no esté disponible para el consumo humano y también de vida silvestre".
A decir de especialistas, parte del problema es el crecimiento urbano desordenado como las zonas habitacionales que se construyen sin drenaje nuevo y utilizan el instalado desde décadas atrás.
Para el director de Agua PRONATURA A.C. es problema está claro, "lo que ocurre es que te inundas, hasta la lluvia más pequeña, de menor alcance, y esto ocurre en las grandes capitales, en Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey".
Conforme al INEGI, los sistemas de drenaje mejor calificados son los de Nuevo León, Colima, Durango, Guanajuato y Tlaxcala. Del 33 al 46% de sus ciudadanos dijeron sentirse satisfechos con el servicio.
Contrario a Guerrero, San Luis Potosí, Chiapas, Tabasco y Puebla, en donde entre el 16 y 20% de su población avala el servicio.
Expertos advierten que para los gobiernos es difícil asumir el costo político.
"Implica abrir una zanja en cada calle, con los impactos negativos que esto implica, en la movilidad, en la seguridad de las personas, en la imagen de la ciudad que esto representa. Hasta ahorita no ha habido un político que quiera asumir esa responsabilidad y el costo que esto implica".
Esto se refleja en las inversiones con diferencias abismales.
Mientras en Nuevo León, Tabasco y Guerrero se ejercen de 249 a hasta más de 2 mil millones en infraestructura de drenaje, en las entidades de Querétaro, Yucatán y Colima, los recursos alcanzan apenas los 7 millones de pesos.